jueves, 13 de febrero de 2014
La Pampa, el asado y los gauchos.
A 300 km de Buenos Aires la vida cambia de ritmo, el tiempo se detiene y respiras aire puro. Nos fuimos a Tapalqué a vivir unos días en la Estancia la Margarita. Allí se pueden hacer actividades sencillas, no hay internet, ni televisión, ni otros aparatos eléctricos. Es la extensa Pampa de la zona central de Argentina. En ella conocimos a tipos curiosos, como el hombre de campo experto en trabajar con la ayuda de los caballos, que es duro y orgulloso, pero al mismo tiempo nos da una imagen romántica del campesino de esta región: el gaucho.
Existe una auténtica pulpería, una tiendecida que servía para procurar alimentos y utensilios para el caballo y el gaucho. Visitamos una de las últimas que quedan y testimonio de su autenticidad. Los hermanos que venden allí llevan 58 años vendiendo en ella y su padre 30 años más antes que ellos.
Montar a caballo es como ir en bicicleta en esta parte del planeta, tan llano y extenso. Las carreteras no están asfaltadas y nos quedamos sin poder ir a varios lugares por falta de accesibilidad después de las lluvias. Nos pareció un lugar paradisíaco, especialmente visto desde lo alto del caballo.
El cocinero de la estancia me enseñó a hacer empanadas de carne, de jamón y queso y de pollo. La masa hojaldrada es la misma pero varía la manera de cerrar la empanada. Curioso...
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